Seguridad
OC 500 RF

Seguridad

El autocar es uno de los medios de transporte más seguros y cómodos del mundo. A ello han contribuido decisivamente las innovaciones de Mercedes-Benz, haciendo del OC 500 RF un auténtico pionero de la carretera.

Para Mercedes-Benz, lo primero es la seguridad. El equipamiento de serie de todos los chasis para autobuses incluye un sistema de frenos de reacción rápida con regulación electrónica y frenos de disco en todas las ruedas, al igual que el sistema antibloqueo de frenos ABS y el servofreno de emergencia (BAS) de serie. En situaciones de frenado de emergencia, este equipo aumenta en fracciones de segundo la fuerza de frenado hasta el máximo viable para reducir la distancia de frenado. El programa electrónico de estabilidad (ESP®) con sistema de control de tracción (ASR) le ayuda a controlar situaciones críticas de conducción.

La mayoría de los accidentes empiezan mucho antes de que se produzca una colisión: una distracción, falta de visibilidad o un peligro imprevisto. El concepto de seguridad de Mercedes-Benz contribuye a que los viajes sean seguros con numerosas medidas que favorecen una conducción relajada en condiciones normales y le ayudan a enfrentarse con éxito a situaciones críticas.

Dos novedades en el chasis para autocar OC 500 RF son un detector de carril (SPA) y el sistema de frenado de emergencia AEBS (Advanced Emergency Braking System). El detector de carril SPA advierte al conductor si sobrepasa por inadvertencia las líneas delimitadoras de la calzada, y el sistema de frenado de emergencia AEBS reduce el peligro de accidente por alcance con vehículos precedentes circulando a menor velocidad y con obstáculos estáticos. En caso de peligro inminente, inicia por sí mismo una cascada de medidas de advertencia incluyendo un frenado parcial y en seco para evitar una colisión por alcance o reducir los daños producidos por un accidente. De este modo, cumple de forma fiable con la normativa europea para el frenado automático de emergencia.

 

El programa electrónico de estabilidad (ESP®) es un sistema activo que aumenta la seguridad de conducción y la estabilidad. El ESP® contribuye sensiblemente a reducir el peligro de derrapar al tomar curvas o en maniobras bruscas de cambio de carril. Si se detecta una situación crítica durante la marcha —por ejemplo, si el autobús alcanza el margen límite en una curva—, se regulan de forma precisa las fuerzas de frenado en cada una de las ruedas. Al mismo tiempo se reduce la potencia del motor. El frenado dosificado de las ruedas reduce la tendencia a derrapar del autobús, siempre dentro de los límites impuestos por las leyes de la física.

El ESP® supervisa además la aceleración transversal del autobús. Si el vehículo alcanza una situación crítica en curvas prolongadas, como una salida de autopista, o durante un cambio rápido de carril, se reduce automáticamente la velocidad del autobús hasta que ha recuperado la estabilidad. El programa electrónico de estabilidad es comparable con el sistema utilizado en los turismos, pero cuenta con funciones ampliadas, adecuadas al uso en un autobús.

Funcionamiento del ABS. Cada una de las cuatro ruedas cuenta con sensores que miden el número de revoluciones y transmiten esta información a una unidad de control central. Si una de las ruedas tiende a superar el umbral de bloqueo durante el frenado, se modifica la presión del freno para mantener la fuerza de frenado por debajo de este umbral. Para ello, se reduce y se aumenta la presión de frenado varias veces por segundo.

El sistema detecta las fuerzas que actúan sobre las ruedas al frenar y supervisa la rodadura. La fuerza de frenado que actúa sobre las ruedas se distribuye de modo que no pueda bloquearse ninguna rueda y que se conserve en la medida de lo posible la maniobrabilidad del vehículo.

En diciembre de 1970, Mercedes-Benz presentó el primer ABS con regulación electrónica del mundo, lo que supuso toda una revolución para la conducción y la seguridad vial. Las intervenciones electrónicas en el freno realizadas de forma selectiva permiten evitar que las ruedas se bloqueen permanentemente. Esto minimiza el riesgo de perder la estabilidad direccional y hace posible dirigir el vehículo en el sentido de la marcha deseado incluso en frenados en seco. La tecnología ABS es la base para el desarrollo de otros sistemas de seguridad electrónicos, como el programa electrónico de estabilidad (ESP®) o el servofreno de emergencia (BAS).

El detector de carril (SPA) utiliza cámaras situadas detrás del parabrisas para detectar una posible tendencia del vehículo a salirse de la carretera. El SPA controla continuamente la separación entre el autocar y las líneas delimitadoras del carril. Si el vehículo sobrepasa los márgenes del carril, el sistema alerta al conductor mediante vibraciones en el lado correspondiente del asiento. El detector de carril se activa sólo en autopista a partir de una velocidad de circulación de 70 km/h, y se desactiva siempre que el conductor acciona el intermitente para cambiar de carril.

El sistema de frenado de emergencia AEBS utiliza un sistema de detección por radar para detectar tanto los vehículos precedentes como los que están parados y determina continuamente la diferencia de velocidad en comparación con su propio vehículo. Si la colisión es inevitable manteniendo la actividad de conducción sin cambios, primero se avisa al conductor, tras lo cual el vehículo realiza automáticamente un frenado parcial. Si el conductor no reacciona y existe riesgo inminente de colisión, el vehículo inicia automáticamente un frenado en seco. Esto puede mitigar notablemente las consecuencias de una colisión.

El sistema de asistencia de frenado de emergencia ABA 6 ayuda al conductor en caso de peligro de colisión por alcance con vehículos precedentes o con obstáculos parados mediante un frenado de emergencia iniciado automáticamente. También detecta personas o ciclistas en movimiento o inmóviles delante del vehículo. El sistema reacciona con una advertencia acústica y óptica al conductor, así como con una frenada parcial o en caso necesario, con una frenada total.

Con el Active Brake Assist 6 se pueden evitar accidentes de forma aún más fiable. El sistema cubre cualquier velocidad del vehículo y está activo en segundo plano. Es capaz de reaccionar ante peatones y ciclistas a una velocidad de hasta 60 km/h. El sistema de seguridad ABA 6 reacciona ante peatones y ciclistas en movimiento con una frenada total. Esta automatización ofrece un plus adicional de seguridad frente a los ciclistas, tanto en el tráfico interurbano como en el tráfico urbano.

El Sideguard Assist 2 es un sistema de asistencia de seguridad que ayuda al conductor continuamente en situaciones críticas de giro a ambos lados con visibilidad potencialmente limitada. El sistema debería ayudar a detectar obstáculos parados o en movimiento al girar o cambiar de carril, a evitar situaciones críticas al avisar al conductor dentro de los límites del sistema o a reducir las consecuencias de un accidente.

Las zonas laterales del vehículo están permanentemente vigiladas. De ese modo, se detectan vehículos, peatones o ciclistas que pudieran encontrarse en el ángulo muerto, tanto a la derecha, como a la izquierda. El sistema de detección por radar registra con precisión los movimientos y advierte al conductor de posibles colisiones. La intuitiva interfaz de usuario y las advertencias permiten al conductor conducir de forma segura y relajada.

Sideguard Assist 2

El sensor de lluvia y la luz de cruce automática son sistemas de asistencia que activan funciones automatizadas mediante un sistema de sensores y liberan al conductor de las tareas rutinarias.

El sensor de luz exterior aumenta la seguridad al encender automáticamente la luz de cruce en función de la visibilidad, lo que aumenta las seguridad.

El control de la presión de los neumáticos TPM (Tire Pressure Monitoring) muestra la presión actual de cada neumático y avisa de las divergencias con respecto a la presión idónea. Esto reduce el desgaste en los neumáticos, tiene un efecto positivo sobre el consumo de combustible y evita daños en los neumáticos.

La presión correcta de los neumáticos contribuye a la seguridad de la marcha y a reducir significativamente el consumo de combustible. Basta con que la presión de los neumáticos sea 0,5 bar demasiado baja para aumentar el consumo de combustible hasta en un 5 %. La electrónica de la rueda se coloca en la cara interior de cada llanta, sobre la válvula. Los sensores registran los datos relativos a la presión de los neumáticos y los transmiten al indicador.