Lo de esperar simplemente el autobús ya forma parte del pasado, ya que hoy puede ser que incluso te topes con arte al hacerlo, al menos en Fellbach. Y es que aquí, la asociación de arte local ha hecho realidad la idea de un artista con apoyo del Ayuntamiento, dándole a las paradas de autobús un aspecto único bajo el lema “weart the city”.

Revista Omnibus
“El arte revaloriza el transporte público”
El arte revaloriza el transporte público.
“El arte debe trasladarse al espacio público. Con ello pretendemos romper con el pensamiento de que el arte solo es para la élite y dar la bienvenida a nuevas formas de pensar”, comenta la Dra. Renate Herrmann, propulsora y organizadora de la acción. “La gente necesita el arte para poder reflexionar emocionalmente sobre diferentes temas, lo cual en cierto sentido también puede suceder inconscientemente de pasada, o al esperar en una parada de autobús”. No hay nada que sea más idóneo que usar una superficie que ya existe. Lugares en los que la gente pasa largos periodos de tiempo de forma reiterada. Es decir, las paradas.
El autobús se une al arte.
El artista Valentin Vitanov tuvo la idea de presentar obras de arte detrás de cristal hace ya varios años. “En esa época yo acababa de llevar a cabo mi primera obra plástica mediante la técnica del “trasvidrio” y sentía la necesidad imperiosa de desarrollar más obras en esta misma dirección. Entonces tuve la idea espontánea de usar paradas de autobús para hacerlo. Con el enfoque de la Dra. Hermann de mostrar arte en espacios públicos, surgió la posibilidad de materializar esa idea”. Así es como la asociación de arte, en colaboración con artistas, patrocinadores y el Ayuntamiento, inició un proyecto que llama mucho la atención. Las paradas de autobús se transforman en una especie de galería al aire libre. Para ello se sustituyen los cristales normales por imágenes ligeramente translúcidas impresas tras vidrio. Los grandes motivos artísticos brillan prácticamente de por sí y destacan por sus vivos colores y su profundidad.
«El proyecto de las paradas artísticas es perfecto para los artistas regionales. Gozamos de un activo panorama artístico que podría exponerse allí y, además, el proyecto también es bueno para la imagen de la ciudad.»
Arte a un precio asequible.
Lo interesante es que el proyecto está completamente financiado por patrocinadores, la mayoría empresas locales. Mientras que la asociación de arte de Fellbach presta sus servicios voluntariamente, el Ayuntamiento actúa como entidad responsable. La adaptación de una sola parada de autobús con tres grandes paneles de vidrio impreso por ambos lados cuesta cerca de 7.000 euros.
La línea 60, una línea con arte.
Los pasajeros encuentran las primeras cuatro paradas artísticas en la línea de autobús 60, la cual ha resultado ser ideal para su ejecución. Según palabras del Dr. Heribert Sautter del Departamento de Cultura de Fellbach: “No todas las paradas pueden transformarse. Hay que cumplir con diferentes normas. Se tiene que tener en cuenta la ordenación urbana. Por ejemplo, hay paradas que tienen que ser transparentes por motivos de seguridad vial. También hay que evitar rincones oscuros”.
Sin embargo, con el paso del tiempo los creadores han ido adquiriendo experiencia y saben cómo llevar a cabo el proyecto, por lo que se está considerando la posibilidad de instalar más paradas artísticas: “El proyecto de las paradas artísticas es perfecto para los artistas regionales. Gozamos de un activo panorama artístico que podría exponerse allí y, además, el proyecto también es bueno para la imagen de la ciudad”, añade Sautter.
Imagen mejorada para la ciudad y el transporte público.
Los pasajeros se alegran al ver las nuevas paradas y las aprecian. Eso se nota. Las cuatro paradas artísticas están en impecable estado a pesar de haber transcurrido ya más de un año. “La gente no siente ningunas ganas de ensuciar o dañar algo tan bonito como las imágenes de las paradas, lo cual revaloriza el transporte público y la ciudad”, comenta Sautter. Es cierto: mientras que en las paradas normales se arroja basura sin cuidado, se ensucian los bancos y se arañan los horarios, en las paradas artísticas encontramos la basura dentro de los contenedores, los bancos limpios y los horarios intactos.
“Incluso los grafiteros respetan estas obras de arte”, comenta Vitanov. “La gente que espera examina los abundantes detalles de las imágenes, como si las paradas fueran un espacio artístico de por sí, con su propia energía positiva”. Y con esta energía positiva, el proyecto sigue adelante. Actualmente se está preparando una nueva parada. “Para esa parada, el patrocinador ha escogido un gran motivo floral”, revela Vitanov.