El autobús urbano de piso bajo Citaro fascina por su versatilidad. Como autobús de rescate de gran capacidad del cuerpo profesional de bomberos de Stuttgart, puede incluso salvar vidas.

Revista Omnibus
Con luz azul y un compromiso total
Los bomberos Paul Oort y Eckhard Wischmeyer circulan por Stuttgart con un Citaro de rescate de gran capacidad.
Un Citaro para los que salvan vidas.
En la parte delantera del salpicadero hay un mapa de Stuttgart a mano, por si acaso. En la parte trasera, un armario hasta el techo con medicamentos, así es el interior del Mercedes-Benz Citaro. El armario está es refrigerado, ya que contiene material sanitario que necesita una temperatura controlada. En el centro hay diez asientos para los heridos leves y cuatro puestos de tratamiento con camillas para los heridos graves. Asimismo, hay otro puesto con una camilla frente a la puerta dos. Todas las plazas están completamente equipadas con ECG, desfibrilador, respirador y bomba de succión y de infusión, así como un equipo de oxígeno. A bordo también hay un generador de arranque Dynastart para poder suministrar 230 voltios mientras el motor está en marcha.

BUS(Y)LIFE #5: Salvar vidas con el Citaro del cuerpo de bomberos de Stuttgart
BUS(Y)LIFE le acerca a la comunidad de fans del autobús y le cuenta grandes historias sobre la vida de los conductores de autobús. Este episodio está protagonizado por el Florian 5891, el vehículo de los bomberos de Stuttgart. El interior del autobús urbano Mercedes Benz Citaro está equipado de acuerdo con los requisitos del cuerpo de bomberos, por lo que está preparado para cualquier operación a gran escala en todo el estado federado de Baden-Württemberg. Los bomberos Paul Oort y Eckhard Wischmeyer explican todo lo que hay que tener en cuenta durante este tipo de operaciones, así como el proceso de formación de los conductores.
El único de su clase.
Estamos en el Florian 5/89-01, el lugar de trabajo de los bomberos Paul Oort, de 35 años, y Eckhard Wischmeyer, de 56. En Alemania, los vehículos de bomberos se conocen como Florian, en honor al patrón de los bomberos. El cinco que aparece en el nombre del Citaro, con equipamiento especial, hace referencia a la estación de bomberos y rescate número 5 del cuerpo de bomberos de Stuttgart. 89 es la denominación interna de un autobús de rescate de gran capacidad. Luego viene el número de serie. En este caso solo está el uno, y es que los autobuses de rescate de gran capacidad son escasos. El Florian 5/89-01 es el único en toda la zona de Stuttgart.
Un gran autobús con pocos tripulantes.
Por muy grande que sea el autobús, la tripulación está formada solamente por dos personas, a las que se une el personal de emergencia necesario en el destino. En la actualidad, la pareja está formada por Paul Oort como conductor del vehículo y Eckhard Wischmeyer como operario. Oort se encarga de la organización, mientras que Wischmeyer controla el autobús y se ocupa de la tecnología a bordo. Es mecánico automovilístico cualificado, hizo la formación básica del cuerpo de bomberos y es, además, paramédico. Así es como ha evolucionado la carrera de Oort: primero socorrista, luego la formación básica del cuerpo de bomberos y, más tarde, la formación para convertirse en paramédico. Un total de 36 equipos de dos personas garantizan la disponibilidad operativa los 365 días del año, las 24 horas del día.
«Cuando estamos de servicio, a veces tenemos que recorrer marcha atrás hasta un kilómetro»
El Citaro sustituye hasta cinco ambulancias.
“Siempre estamos preparados”, afirma Paul Oort. El autobús de rescate de gran capacidad entra en acción, por ejemplo, cuando se produce un incendio en un bloque de pisos o una residencia de ancianos, un accidente en cadena en la autopista o un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto cercano. Es decir, siempre que se prevea un gran número de heridos. Este singular vehículo y su tripulación también están en alerta máxima durante eventos importantes con potencial de riesgo, como partidos de fútbol de alto riesgo con grupos de aficionados rivales, manifestaciones de índole política o congresos internacionales. En ocasiones, el autobús está listo para entrar en acción a pocas calles de distancia, en segundo plano. Con su equipamiento, puede sustituir a hasta cinco ambulancias.
Examen de conocimientos locales obligatorio.
Al igual que los taxistas, los bomberos tienen que pasar un examen de conocimientos locales. Y es que ni siquiera ellos pueden conocer todas las calles de Stuttgart y sus alrededores. Durante el trayecto hasta el lugar de la emergencia, estudian cómo llegar de la mejor forma y acuerdan con los servicios de emergencia del lugar dónde pueden aparcar. El transporte posterior de los heridos también tiene sus complicaciones cuando se realiza a bordo de un autobús de rescate que mide doce metros de largo. “Conocemos nuestros hospitales”, subraya Paul Oort, destacando lo importante que es tener un conocimiento detallado de todos los centros hospitalarios de la zona. Los recorridos se practican y existe un protocolo definido para saber a qué hospital tienen que dirigirse con el Citaro.
Cada centímetro cuenta en las calles secundarias.
“Cualquiera que quiera ponerse al volante debe tener experiencia con vehículos grandes”, comenta Wischmeyer. Al fin y al cabo, el Citaro es aproximadamente el doble de largo que una ambulancia convencional. Una vez al año se organiza un curso especial con un instructor de conducción de la empresa de transporte local. Para practicar, lleva a los conductores de ambulancias a barrios y calles estrechos por los que ningún conductor de autobús suele circular. Tan estrechos, de hecho, que algunas veces incluso un coche aparcado con la rueda delantera hacia fuera se convierte en un obstáculo. “A veces es cuestión de cinco centímetros”, explica Wischmeyer y añade: “Cuando estamos de servicio, a veces tenemos que recorrer marcha atrás hasta un kilómetro”.
Hecho para casos graves.
El Citaro lleva circulando por Stuttgart desde finales de 2005. En vísperas del Mundial de Fútbol de 2006, fue adquirido por el estado federado de Baden-Württemberg y mejorado por Daimler Buses en BusWorld Home en Plattling (Baviera). Desde entonces ha recorrido unos 65.000 kilómetros, y no solo en Stuttgart y alrededores. También se ha utilizado en muchas ocasiones para transportar a pacientes obesos. Las ambulancias convencionales no son adecuadas para personas que pesan 300 kilos o más, y los vehículos especiales son escasos. El Citaro puede hacerlo, y es que la camilla de alta resistencia puede soportar hasta 725 kilos en el nivel más bajo.
Récord: cuatro misiones en una noche.
Paul Oort describe su misión más extrema en la Nochevieja de 2014, en la que llegó a realizar hasta cuatro viajes. Primero transportó a un niño pequeño acompañado de un médico, una enfermera de cuidados intensivos y mucho material desde Stuttgart a Fráncfort. Tras el viaje de regreso, hubo un rescate en el centro de la ciudad de Stuttgart, un incendio en un balcón y un incendio en un aparcamiento subterráneo. Pero no importa lo que surja: Paul Oort, Eckhard Wischmeyer y su autobús de rescate de gran capacidad son infalibles. Conectado al suministro de energía y aire comprimido, el Citaro está siempre listo para salir junto con otros camiones de bomberos. Tan solo dos minutos después de que suene la alarma, los dos bomberos lo sacan de la nave, rumbo hacia la siguiente misión de rescate.